Jardín de plantas autóctonas de la Casa del Vino de Tenerife
Con la flora de Tenerife pasa lo mismo que con la vid: su amplia variedad y particularidades son el resultado de su clima subtropical, orografía y rasgos geológicos en los que está tan presente su carácter volcánico.
Pasear por el jardín de plantas autóctonas de la Casa del Vino es una oportunidad para contemplar la colorida diversidad de especies endémicas de Tenerife y otras plantas de la isla.
Variedades florales que tan ricas mieles nos proporcionan como el Tajinaste Azul de Tenerife o la Rosarillo de Monte, característica de ciertos matorrales de laurisilvas.
También están presentes árboles emblemáticos tinerfeños como las palmeras y las plataneras, por supuesto.
Y eso no es todo: también tenemos ejemplares de Drago, el gran símbolo de Tenerife.
Para comprender lo especial que es la flora de las Islas Canarias en general y la de Tenerife en particular, hágase con una visita autoguiada que le acompañe en su recorrido y disfrute aprendiendo sobre los monumentos naturales que tiene ante sus ojos.
Y para recuperar fuerzas, apúntense a una degustación de especialidades gastronómicas tinerfeñas que incluyen las mieles obtenidas de flores que existen aquí y solo aquí acompañadas de lo mejor de nuestros vinos, quesos y recetas.
