La Casa del Vino de Tenerife es una digna representante de las haciendas históricas rústicas que, ubicadas en las Medianías del Norte de Tenerife, se han conservado en el tiempo, y que cada dos km., aproximadamente, fueron construidas por sus propietarios como primera o segunda residencia de verano, con el objeto de centralizar la actividad agraria que abarcaba su territorio de mar a cumbre, con todo tipo de productos representativos de cada zona -costa, medianía y zona alta-, así conocemos la casona de San José, en la linde del término municipal de La Matanza, y la de San Diego en ese municipio.
El estilo de la Casa responde a las características propias de la edificación canaria de la época; recoge por tanto, aspectos constructivos y de detalle de maestros artesanos de origen portugués, castellano y extremeño. Destaca sobremanera el techo de la Ermita por su belleza y colorido y que se mantiene sin restauración.
La finca La Baranda, incluyendo la casona, fue adquirida por el Ayuntamiento de El Sauzal en 1989 y cedida gratuitamente al Cabildo Insular de Tenerife en 1992, con el objeto de que se instalase la Casa del Vino de Tenerife.